La pirotecnia, está desgraciadamente fuertemente relacionada con las épocas festivas. Para los que les gusta, entiendo que puede ser divertido y también un espectáculo de luces y colores. Sin embargo, para la mayoría de los animales es una auténtica pesadilla por el miedo que les provoca, y que les lleva en algunos casos incluso a la muerte.
¿Cómo evitar que el perro sufra fobia a los ruidos, por ejemplo, los de pirotecnia?
Como siempre, es mejor prevenir que curar. Por tanto, lo ideal es que el cachorro se acostumbre desde sus primeros meses de vida a los ruidos fuertes. Ésto, es parte de su socialización y es algo que debemos de tomar muy en serio, ya que sólo el que lo sufre puede comprender el malestar que ésto provoca en el perro.
Para ello, basta con comprar algunos petardos e ir tirándolos de forma progresiva a una distancia prudente. Son pequeños gestos, que nos harán la vida mucho más fácil a la larga, y evitaremos el miedo irracional que el perro puede experimentar en un futuro si no le acostumbramos a ello.
¿Qué hacemos si el problema ya existe? ¿Tiene solución?
Algunos perros, simplemente se asustan y se muestran inquietos. En éste caso, no debemos mostrar ningún tipo de reacción por nuestra parte, para no dar importancia al tema en cuestión. Sigamos como si no ocurriera nada, e intentemos entretenerlos jugando con una pelota u ofreciéndoles comida. Ojo con ésto! El animal no debe entender que estamos premiando su estado de ánimo, ya que sólo conseguiremos empeorarlo. Por ello, lo ideal es que actuéis con naturalidad, sin hablarle compadeciéndote de ellos («no pasa nada…») y sin sobresaltos. Mientras está entretenido, el animal se va desensibilizando del ruido sin darse a penas cuenta.
¿Cómo sabemos si el miedo se ha convertido en una fobia?
La fobia, es un miedo irracional hacia una situación específica. Ésto, conlleva una serie de reacciones orgánicas y psicológicas descontroladas. Por ejemplo:
- Salivación excesiva.
- Defecación y micción inadecuada.
- Sudoración de las glándulas plantares.
- Vómitos.
- Intento de huida. El animal comprende, que sólo huyendo, conseguirá salvar su vida.
- Destrucción. Rompen el mobiliario bien como forma de canalizar su ansiedad, bien como método para buscar una salida si se sienten encerrados.
Si éste es el caso de vuestro perro, debéis poneros en manos de un profesional que os oriente, pues la terapia puede llegar a ser larga y complicada de realizar. Básicamente, consistirá en ejercicios de desensibilización y contra-condicionamiento. Es decir, exponerlo al estímulo que le genera ese miedo irracional, de forma controlada. Ésto requiere que nosotros creemos la situación, en un ambiente que sea lo más llevadero posible para el animal.
Como dato de interés, informaros que existen unos jerséis especiales para tratar esta y otras fobias que les ayudan a sobrellevar mejor estas situaciones. Éstos, ejercen una presión en el tórax del animal produciendo una sensación de recogimiento y bienestar. Dependiendo del nivel de ansiedad que el perro sufra, los resultados serán mejores, peores o nulos, pero es una opción que podéis probar.
Podéis adquirirlo pinchando en el siguiente enlace. Se trata de una web fiable y rigurosa en los plazos de entrega:
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Como siempre os digo, el mejor tratamiento es la prevención. Por tanto, si tenéis un cachorrito debéis de tratar que se acostumbre a los ruidos en sus primeros meses de vida para evitar futuros problemas de ésta índole. Es, simplemente, parte de su socialización.
Feliz martes perrer@s!
María Morales Martínez
Educadora y terapeuta canino.
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