También conocido como déficit de atención o hiperkinesis, tener un perro hiperactivo es poco común. En la mayoría de los casos se trata de una tara congénita aunque también puede producirse por causas orgánicas como por ejemplo un problema de alergia, una alimentación inadecuada o una mala socialización.
Síntomas de un perro hiperactivo
Los síntomas más comunes que suele mostrar un perro hiperactivo son:
- Son destructivos, mordisquean y rompen todo lo que encuentran por su paso.
- No descansan ni tampoco comen bien porque no pueden parar en todo el día.
- Vocalizan (ladran, gimen, aullan) a todas horas sin motivo aparente.
- Sufren faltas de atención. Este problema les incapacita por completo a la hora de concentrarse. Da igual el tiempo y el empeño que inviertas en enseñarles, ya que el aprendizaje al final es prácticamente nulo.
- Al igual que su mente, su cuerpo está completamente descontrolado. En la mayoría de los casos no son capaces de hacer sus necesidades fuera de casa puesto que carecen de autocontrol.
- Su falta de equilibrio puede desarrollar reacciones muy agresivas con otros perros y personas o provocar agresividad en otros canes que no están acostumbrados a la hiperactividad.
Como ves, si el tuyo es un perro hiperactivo, es un problema que puede ser bastante grave. Lo mejor es que reciba una terapia de modificación de conducta que se adapte a sus necesidades para que poco a poco desaparezca el problema o disminuya. Si tienes alguna duda, coméntala más abajo, o si lo prefieres ponte en contacto.
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