¿Has observado que tu perro esta triste o apático? La depresión es una patología que también puede producirse en los canes.
A veces, es difícil de diagnosticar ya que ellos sólo pueden transmitir cómo se sienten a través de las emociones y el lenguaje corporal.
Los síntomas que presenta un perro depresivo son los siguientes:
1. Inapetencia o por el contrario, obsesión por la comida. Un perro deprimido no querrá comer ya que su estado anímico le hace perder el apetito. A veces, estar en este estado, les produce una obsesión continua por la comida, pero es menos usual.
2. Reduce su nivel de actividad. Se ralentiza en todos sus movimientos y permanece la mayoría del tiempo tumbado en su cama.
3. Cabeza gacha y el rabo escondido.
4. No quiere interactuar con otros perros o personas. No acude a la puerta cuando llegas a casa, no quiere salir ni jugar con otros perros en el parque.
5. Observa su cara. La mirada de un perro puede ser muy expresiva.
¿Cómo debemos actuar si detectamos el problema?
Lo primero que debemos hacer es acudir al veterinario para descartar posibles dolencias. Un perro enfermo puede estar deprimido a causa de su malestar.
Una vez que hemos descartado la posibilidad de que esté enfermo, debemos evaluar qué ha podido llevarle a esa situación. Una mala experiencia, un cambio ambiental como puede ser una mudanza, obras en el domicilio, cambio de rutina, la ausencia de un miembro de la familia que él considere de su manada…
¿Cómo ayudarles a salir del trance?
Las actividades al aire libre, el deporte y una buena alimentación basada en proteínas y carbohidratos son la clave para levantar su estado de ánimo. Con ello, conseguirás aumentar los niveles de serotonina u hormona de la felicidad. La serotonina es un neurotransmisor que ayuda a controlar zonas tan vitales de la vida como es el apetito, los patrones del sueño/vigilia, el humor y el estado emocional.
Al igual que en humanos, existen también tratamientos químicos para tratar esta enfermedad. Sin embargo, yo siempre recomiendo la utilización de éstos como última alternativa y por supuesto, debe ser bajo supervisión de un profesional.
Como siempre os digo, si tenéis cualquier duda al respecto, podéis contactar conmigo para que os las resuelva dejando un comentario o a través del apartado de contacto.
Feliz martes perrer@s!
María Morales Martínez.
Educadora y terapeuta canino.
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